domingo, 26 de julio de 2009

Cumpleaños de Rufueto

¡Hola a todos! Soy Mireia y me encargo de mantener bonito el pueblo de Novallas, dónde vivimos mi hermano y yo. Cada día compro flores y las planto por diversas zonas del pueblo, con agua, sol y un poco de suerte, puede que al día siguiente haya crecido una hermosa flor híbrida, aquella que se consigue cruzando dos flores compatibles.
Hoy es el cumpleaños de un cerdito rosa llamado Rufueto (lo sé porque lo pone en el tablón de anuncios). Pocas veces he hablado con él, pero parece un chico muy deportista.


Hoy tocaba mercadillo, pero no me hacía mucha ilusión, con lo tacaños que son los vecinos de aquí. Menos mi hermano, que es el más rico de todos. Él se podría pasar la vida gastando, pero se ha ganado todo su dinero con su esfuerzo, pasandose horas y horas pescando peces y cazando bichos.
Yo para ir tirando y poder pagar mi segunda hipoteca voy mirando objetos perdidos con la excusa de "¿Aún no han encontrado a mi gatito perdido?", rebuscando en el contenedor, pidiendo limosna a mi hermano (de vez en cuando me regala unas cuantas bayas), o zarandeando árboles (lo malo son las abejas, pero bueno, así doy más pena a mi hermano rico).


He conseguido doble premio: una moneda a caído del árbol y una araña se ha asomado por las hojas. ¡Hoy tendré cena, ñaam!

P.D: La calidad de imagen es muy mala, pero la intentaremos mejorar en los próximos dias.

Un día en el mercadillo

Hola, soy Daniel y vivo en Novallas, un pequeño pueblecito.

Hoy hubo mercadillo. Vinieron a comprar mis trastos viejos Croaldo, Kasandra, Ópalo, Burton y Rubí. Entre bichos , peces y otros objetos he sacado 103.100 bayas. ¿Esta bien para un solo día, no? También he visitado las casas de otros vecinos, sólo le he comprado a Rufueto una silla profesor muy baratita.



Me pasé varios dias pescando para tener peces raros y caros para venderlos en el mercadillo, ¡dónde pueden darte el triple de su valor normal!




Como siempre, mi mejor amigo Jacinto, me ha bloqueado la puerta de mi casa y no he podido entrar.

¡Jacinto! ¿Cómo puedes hacerme esto?