Domingo de mercadillo otra vez, he conseguido vender todo mi inventario, aunque a costado regatear con los vecinos.
Así de vacía ha quedado mi casa:
¡He salido de la pobreza! ¡Mi cuanta del bayero automático nunca estuvo tan llena!
domingo, 27 de septiembre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Gracias por tu comentario!